Un mes y una semana sin tomar alcohol, estoy batiendo todo un récord; sin embargo, esto se esta volviendo cada día más complicado... las salidas, la gente, los amigos.
Mi cabeza está jugando conmigo como un nene con su muñeco. No me deja en paz. Me está pasando factura por cada una de las veces que decidí no escuchar.
El sábado a las 3 de la mañana me levanté, busqué los auriculares, el celular, puse algo de música y decidí salir a caminar un rato. Estaba agobiado por todo esto... esta situación de no poder dar stop a los pensamientos es algo que no estoy acostumbrado a manejar.
Los cambios profundos deben ir asimilándose con el tiempo, con paciencia, dedicación; sin embargo, mi vida no se está despertando de a poco, al contrario, siento cómo un increíble caudal de pensamientos que no puedo dominar me va violando bruscamente, no tengo idea de cómo frenarlo, me falta la experiencia, la capacidad.
El día se ha transformado en una avalancha de horas sobrantes, sin ocupaciones aparentes. Y la noche es lo más parecido a un sin sentido de cosas que trato de ir hilando, una a una, para darles una dirección... en vano.
Estoy totalmente desconectado de lo que pasa a mi alrededor... ¿No tenía que ser al revés?. Las pastillas para el tratamiento tienen varios efectos secundarios, la falta de concentración es uno de los que más se nota. Sin ir más lejos, en mi última visita a mi Salvador, tuvimos una charla sobre este tema. Me comentó sobre lo difícil que puede resultar intentar permanecer atento durante estos días... pero es pasajero, dice.
La depresión es otro de los fantasmas que dan vueltas en el proceso de recuperación. El golpe contra la realidad puede ser extremadamente duro.
¿Existe alguna fórmula para solucionar todos los errores que cometí? ¿Alguien sabe dónde se compra? Todos cometemos faltas, eso lo se. Todos somos humanos y boludos en muchos sentidos, pero algunas de esas equivocaciones pesan más que otras, son más duras de sobrellevar. Yo tengo unas cuantas que no me dejan dormir... Estando borracho es mucho más sencillo no pensar... y mucho más fácill, dormir.
Sin duda necesito una cerveza, y ustedes dirán "¡No! Sin el alcohol también podés"... Déjenme decirles: extraño la cerveza más que a mi ex novia, y eso no sé si habla peor de mi adicción o de la zorra intratable de mi ex novia. Siempre tuve mis serias dudas acerca de si me dejó por la vez que me puse a tirar sus perfumes desde un 3er piso o si fue por la vez que le revoleé toda la ropa a la calle desde el mismo balcón... tema aparte.
Estuve convencido de que las primeras semanas sin alcohol iban a ser las más complicadas. Me equivoqué ¡y no saben cómo!. Denme una cerveza y moveré el mundo, o mejor dicho, moveré el mundo por una cerveza. Si no fuera por la cantidad de plata que tengo gastada en medicamentos, tratamiento, viajes... juro que ya estaría tomando. Es similar a los que pagan la cuota del gimnasio para obligarse a ir ¿Saben de lo que hablo, no? Dudo que algún deportista esté leyendo este blog, pero vale el ejemplo.
Traten de sacar algo en limpio de este capítulo. Así me siento yo en este momento.

sacando en limpio...existen dos palabras interesantes en la vida: DESICION y DESTINO. Una te puede sacar factura si te mandaste "flor de cagada"; la otra, según como sople el viento, venirte a favor o en contra. Creo que todos le jugamos partida sin excepción día a día...la cosa es ponerle cabeza y aprender del juego a ver como te sale.
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