Quemar tus alas, incesante
que el fuego te consuma lento, alto
Arrojar tus esperanzas al vacío
de mis verdades, arrogancias,
de mi soberbia y destrozarlas
con delirio, certeza.
Verte muerta en cada paso,
cada acorde y letra,
que ni siquiera en las melodías desiertas
habite tu ausencia ni tu recuerdo.
Que se borren tus letras de todo
abecedario y los labios no
puedan nombrarte
en las madrugadas de inverno,
y jamás en tardes de otoño
Que quede tu corona ahogada bajo
gotas de tierra húmeda
de guerras perdidas en tu nombre.
Para verte impotente, en las ruinas
de tu propia estupidez.
Que tu cama sea de espinas
sin rosas y sin excusas, despiertes
sin sangre, sin alma, inmóvil,
fría.
Deseare... que nunca existas,
Desterrarte al olvido y así
mi descanso será eterno
que el fuego te consuma lento, alto
Arrojar tus esperanzas al vacío
de mis verdades, arrogancias,
de mi soberbia y destrozarlas
con delirio, certeza.
Verte muerta en cada paso,
cada acorde y letra,
que ni siquiera en las melodías desiertas
habite tu ausencia ni tu recuerdo.
Que se borren tus letras de todo
abecedario y los labios no
puedan nombrarte
en las madrugadas de inverno,
y jamás en tardes de otoño
Que quede tu corona ahogada bajo
gotas de tierra húmeda
de guerras perdidas en tu nombre.
Para verte impotente, en las ruinas
de tu propia estupidez.
Que tu cama sea de espinas
sin rosas y sin excusas, despiertes
sin sangre, sin alma, inmóvil,
fría.
Deseare... que nunca existas,
Desterrarte al olvido y así
mi descanso será eterno




